La sonrisa de siempre

Y de repente te das cuenta que los años van pasando y parece que nada ha cambiado. Pareces ser el mismo de siempre, el payaso que sonríe con los chistes simples, el loco que imagina cosas que no existen, el tonto que siente que en este mundo el amor es mucho más grande que el odio, el soñador que duerme con los ojos abiertos y el mismo niño que imaginaba ser lo que ahora sigue soñando.

Parece que tu mundo no cambia nada... pero despiertas y ya no esta tu cobija favorita ni tu edredon de las tortugas ninja, ya no esta tu short y playera de siempre ni tu desayuno servido, ya no te sientas en un mesabanco, ya no corres en el recreo, ya no están tus luchadores, ya no pateas la pelota tipo balón ni bateas con un trozo de madera, ya no te escondes de los regaños y de los miedos, ya no puedes dormir sin preocuparte de lo que seguirá mañana, ya no puedes decirle a tu mamá que te ayude con la tarea, ya no puedes tomar refresco en bolsa ni puedes ir a la iglesia sin preguntarte porque lo haces, ya no puedes aceptar todo lo que te dicen y ya las ordenes... son consejos.

Ya parece que nada es igual, te miras al espejo, y lo que hay ahí solo son las huellas de la batalla, unas muchas canas, una barba mas o menos abundante, unos ojos mas gastados pero eso sí... la SONRISA de siempre.